domingo, 18 de enero de 2009

Diplomado Conozcamos nuestro Güegüence

Diplomado Conozcamos nuestro Güegüence Resumen

Friday, September 29, 2006

Diplomado Conozcamos nuestro Güegüence
Doris Arlen Espinoza


El Departamento de Cultura de la Universidad Americana, UAM —representado por los licenciados Palermo Ruiz, Eva Córdoba y Ernesto González Valdez—, con el apoyo de la Rectoría, el Instituto Nicaragüense de Cultura, el Consejo de Decanos y la colaboración del Instituto de Ética y Valores de la UAM, cuyo director es el doctor Alejandro Serrano Caldera, han llevado a cabo el proyecto del diplomado “Conozcamos nuestro Güegüence”, que forma parte de un conjunto de trabajos científicos y cuyo segundo componente será la edición de una memoria, respaldada por el INC; en donde quedarán plasmados los nombres de las personas que acudieron al Diplomado; además de la elaboración de un CD interactivo que contendrá música, videos, charlas y discusiones; un catálogo de artistas plásticos como los maestros de la plástica nacional Valverde, Montenegro, etc., fotografías, esculturas y todo lo que concierna a artes visuales; para concluir este proyecto, los talleres de cultura harán una mojiganga, al final, con las danzas que aparecen en las fiestas de Diriamba.

El diplomado “Conozcamos nuestro Güegüence” ha sido impartido, durante ocho sábados consecutivos, por estudiosos de la obra, güegüensistas y artistas que han estudiado a profundidad las diferentes modalidades de esta pieza literaria: los licenciados Julio Valle-Castillo, Francisco Arellano Oviedo, José Daniel Prego, Alberto Maravilla, Gonzalo Cüellar, César Paz, Armando Zambrana, Irene López; los doctores Jorge Eduardo Arellano, Carlos Mántica Abaunza, Germán Romero Vargas, Fernando Silva, el arquitecto Jaime Serrano, los maestros Pablo Buitrago y Raúl Martínez.

Cabe mencionar que a este diplomado han asistido diferentes personalidades de la cultura nicaragüense, personas que representan diferentes instituciones, entre ellas: IADE, Colegio Notre Dame, MECD, Alcaldía de Managua, UPOLI, UNI, UNA, UNICA, Teatristas independientes, Proyecto Compasión, UNAN-León, Colegio Loyola, Banco Central, Modesto Armijo, Nuevo Diario, Periódico Hoy, Casa de los tres mundos, Asociación de Escritoras, Fundación Güegüence de Diriamba, Teatro Nacional Rubén Darío, Casa de Cultura de León, Teatro Spons Suá, Alcaldía de Diriamba, Alcaldía de León, Mayordomía de León, Alcaldía de Niquinohomo, RUCFA-UNAN, Alcaldía de Masaya, INTUR, Ballet Macehualt, Alcaldía de Ticuantepe, Ballet de Haydee Palacios, Compañía de danzas contemporáneas, Instituto Nicaragüense de Cultura, Universidad Americana, Palacio de Cultura, Ballet Tepenahualt, Teatro Justo Rufino Garay, Casa de Cultura Popol Vuh, Programa Emprendedores de la UAM, Programa de artesanías, El Nuevo Pacto, ACAPPOL, Policía Nacional, Oyanca Galería de Arte, Universidad de Managua, Asociación Alfredo Alegría, UNESCO, Alcaldía de Matagalpa, Asociación Cultural Privada, Caruna y participantes a título personal.

Inicialmente, el proyecto del Diplomado estaba pensado para treinta personas, sesenta era ya una meta sobrepasada, sin embargo, para alegría de los organizadores y de la cultura misma, a éste se presentaron más de cien personas, de éstas ---- han finalizado el estudio, cumpliendo con los requisitos que se solicitaron al inicio, como la asistencia y entrega de tesis individuales para la evaluación del mismo. De esta manera, se han realizado evaluaciones de los expositores por parte del auditorio, así como de los participantes por parte de los organizadores, éstos han sido evaluados a su vez por los mismos, quienes han sugerido algunos aspectos que deben tomarse en cuenta.

En el Diplomado se han abordado diferentes tópicos relacionados con la obra El Güegüence, mismos que van desde un estudio meramente literario, marco histórico y teórico de la época, trascendencia, expresiones del mestizaje, música, arreglos, vestuario, hasta la representación teatral y el estudio de la puesta en escena.Todas las interpretaciones de los distintos ponentes han logrado que el auditorio elabore su propia tesis y su propio concepto de mestizaje y relación de El Güegüence con la cultura nicaragüense.



A continuación, un resumen de las ponencias que se han impartido en este Diplomado:


El licenciado Julio Valle-Castillo en su ponencia introductoria “Impacto y valoración del Güegüence desde el punto de vista cultural” propone: estudiar El Güegüence con una nueva visión, releerlo, reinterpretarlo, teniendo en cuenta que El Güegüence viene a ser, en su argumento, una legitimación del mestizaje como estrato social que es capaz de vincularse con el Estado mediante el matrimonio. La propuesta como impacto es que el Güegüence se vea no como ladrón, guatusero o mentiroso, falaz, sino valorado. ¿Cómo podemos proponer como arquetipo de nación a un ladrón, un sinvergüenza? Esto se debe a la concepción conservadora del indio cuando el hispanismo fue una teoría, dice el licenciado Valle-Castillo.

Asimismo, el doctor Germán Romero Vargas en su ponencia, “Marco teórico de los siglos XVII y XVIII en Centroamérica y Nicaragua. Aspectos sociales, políticos y relaciones económicas de la época. (Conceptualización del Güegüence)”, expone el contexto histórico, basado en profundas investigaciones, en que se pudo haber escrito la obra, de esta forma nos presenta la Nicaragua de los siglos XVII y XVIII, siendo una provincia en la que se desarrolla un proceso histórico, base de la sociedad nicaragüense actual. La impronta española sobre el mundo indígena profunda, sin duda alguna, que estuvo condicionada por factores de orden diverso, entre los cuales la herencia precolombina no fue el menor. A lo largo de los siglos se fueron entretejiendo hilos de diversas culturas. Las expresiones, de índole variada, reflejan precisamente el acontecer histórico en que estas culturas se juntaron y, más aún, la naturaleza profunda de la sociedad que un día les diera vida.

Y en su ponencia “El Güegüence: obra y personaje del Barroco americano”, nuevamente el licenciado Julio Valle-Castillo nos expone la influencia barroca en la obra, dada por el paralelismo, cuyo conceptismo de jugar con las palabras, invirtiendo el sentido y el culteranismo para invertir la imagen, tal como se ve en Góngora, Quevedo y Sor Juana Inés, se ve también en El Güegüence, llámese esto “Paralelismo conceptual”, mismo que se ve reflejado, tanto en el teatro barroco como en El Güegüence, al igual que la repetición de acciones, situaciones y argumentos por la modalidad callejera que permite una representación de tribunal en tribunal, el vestuario, además del lenguaje cortesano que suele repetir muchas fórmulas en cada parlamento.

El doctor Jorge Eduardo Arellano con su ponencia “El Güegüence: arte total y cultural de la marginación”, nos presenta a El Güegüence como una obra de arte total o integración de artes, ya que en ella convergen todas las demás artes como danza, música, parlamento, artesanías, costumbres, tradiciones, aunque lo más vistoso sea la danza, es arte total, irrepresentable, que sólo puede recrearse artísticamente y de manera culta. Es un teatro barroco, sin embargo, el barroco es pobre, es un “barroco descalzo”, toda obra folklórica que se aproxime a El Güegüence no responde a la integridad y legitimidad de la obra, ya que es cultura de la marginación por su naturaleza folklórica popular, anónima, local, que tiene un sustento tradicional, con instituciones que le dan fuerza: las cofradías. Conlleva, la obra, un individualismo objetivo, cuyo protagonista es asumido como símbolo de la nicaraguanidad, y es PAC quien le otorga el rango idiosincrásico al personaje.

En su coloquio, el doctor Fernando Silva advierte que las referencias apuntadas se encuentran en su obra titulada, igualmente, “La historia natural de El Güegüence” y nos ofrece dos premisas: que se debe respetar, sin poner ningún pretexto, la grafía original de la obra “Güegüence”, como está en su escrito original; y que la obra es una pieza de teatro mestizo no folklórico, de naturaleza oral, hecha con parlamentos en lingua franca (hablada en la provincia a finales del siglo XVIII). Siendo la obra meramente oral, basada en el signo lingüístico y su dominio. Otro de los aportes del doctor Silva es la autoría adjudicada a don Juan Eligio de la Rocha en el año 1860, aproximadamente.

Por su parte, el doctor Carlos Mántica, siguiendo un orden cronológico e histórico, nos resuelve las interrogantes en torno al argumento de El Güegüence, es decir: el dónde, el cuándo y el por qué o contra qué, protesta quién, con su ponencia “Tiempo, contexto y trascendencia de El Güegüence”. Para sus respuestas, propone una serie de pistas que existen dentro del texto mismo, suficientes para descubrir su dónde y cuándo con gran exactitud. Examinada con interés detectivesco, la obra nos habla de personas, circunstancias y sucesos que sólo convergen en un limitado espacio de tiempo y de lugar en nuestra historia. Y concluye que la obra es una auténtica pieza de teatro folklórico, escrita por un autor culto en el dialecto imperante a mediados del siglo XVII, y de construcción gramatical náhuatl.

El licenciado Francisco Arellano en su ponencia “Manifestaciones del mestizaje en el Güegüence” aborda de manera literaria e histórica los rasgos del mestizaje imperantes en la obra, llevándonos por un recorrido histórico, reconociendo la herencia de nuestro cruce de razas y culturas desde la época precolombina, extrayendo consideraciones de los cronistas de Indias, hasta adentrarnos en la obra misma para valorar las actitudes de cada uno de los personajes y el mensaje de la obra. Evalúa a los personajes en su carácter de mestizos o españoles, el lenguaje oral, escrito y gestual, además de los recursos literarios encontrados en la obra, extrae la valoración moral y social, que continúa siendo actual, por lo que concluye aseverando que “si clásica es la obra que no pierde vigencia, desde hace mucho tiempo El Güegüence es un clásico de la literatura universal, no por nada también es patrimonio oral e intangible de la humanidad”.

La exposición del licenciado José Daniel Prego sobre “La representación teatral de El Güegüence: montaje, máscaras, estructura dramática y el carácter callejero de la obra”, aborda la temática teatral de la obra, analizando y valorando cultural y dramáticamente los temas, abundancias, ausencias, carencias y limitaciones, mediante posibles hilos para representar la obra en la actualidad. Basado en estudios lingüísticos, filológicos, críticos y anotaciones bibliográficas y documentales que vendrán a darle forma a la representación, además de los estudios folklóricos, la música y la danza. Afirma que no sólo se debe estudiar la influencia, confluencia e incidencias de la obra, sino los registros históricos que permanecen en ella.

En la ponencia “Antecedentes renacentistas y barrocos de la puesta en escena de El Güegüence”, el licenciado Alberto Maravilla nos hizo un recorrido histórico desde el teatro indígena y europeo, manifestaciones folklórico-religiosas y con sus teorías renacentistas, la regla de las tres unidades aristotélicas hasta desembocar en la representación teatral tal y como la pudiéramos entender hoy en día. Señala que en El Güegüence las variantes no son tan sustanciales, excepto por la particular interpretación que hace el doctor Dávila Bolaños.

Nuevamente, el doctor Jorge Eduardo Arellano en su ponencia “El Güegüence: sus manuscritos y el ‘españahuatl’ del siglo XVIII” manifiesta que El Güegüence no puede reducirse solamente a pieza danzaria, modelo de identidad hegemónica, baile ni en forma aislada ni fragmentaria sino como arte integrador, arte marginal y subalterno. El españahuatl, según Arellano, es español, su sintaxis es española, ya que es un estrato que responde a las políticas lingüísticas de los reyes, es un dialecto mixto fijado en El Güegüence y que ha logrado conservarse.

El licenciado Armando Zambrana en su ponencia “El Güegüence o Macho Ratón” afirma que la obra es de autor mestizo, escrita a mediados del siglo XVII, llevado por los vestigios cronológicos y vestuario utilizado que es similar al vestuario presente en la obra de Goya. Según Zambrana, El Güegüence fue escrito con el interés de ser escuchado por un grupo de personas del mismo nivel socioeconómico y racial que compartían los mismos intereses y eran afectados por los mismos problemas.

Recreaciones folklóricas de El Güegüence: interpretación, coreografía y puesta en escena

La puesta en escena en octubre de 2003, en el Teatro Nacional Rubén Darío de El gran pícaro, una recreación basada en la historia de El Güegüence, de la licenciada Irene López, mostró una nueva interpretación de la obra. Ella manifiesta que esa es la forma en que ella se la imaginaba, con algunas particularidades propias, de manera que fuera amena para el espectador, haciendo su propio guión, poniendo al Güegüence en todos sus aspectos: como viejo y como señor principal.

En 1989, el Teatro Guachipilín realizó una muestra teatral en Brasil, recreando la obra El Güegüence, parte de los títeres utilizados en esa ocasión fueron presentados, sin obviar la influencia cubista de los dibujos, que luego fueron convertidos en títeres de piso, miembros de este elenco fueron los señores Gonzalo Cüellar, Zoa Meza, Gloria Bacon, etc. Parte del elenco viajó en esa ocasión a Brasil, en donde dejaron un gran precedente del arte teatral nicaragüense, y lo más asombroso de esto fue haber llevado la obra a escena con títeres. En un principio, esta obra estaba pensada para un auditorio joven, de manera que sintieran deseos de conocer la obra, leerla y analizarla desde el punto de vista de identidad.

Igualmente, el licenciado César Paz, director de teatro, quien dirigió en ----- la obra El Güegüence, expuso sus “Consideraciones para la puesta en escena de la obra El Güegüence”, analizando de manera profesional las estructuras internas y externas de la obra, para efecto de montaje, cumpliendo con las tres unidades aristotélicas, el contexto histórico, las características de la obra teatral, desarrollando los conflictos y el análisis de cada uno de los personajes.

Para referirnos al “Vestuario, mascarería y escenografía de El Güegüence callejero”, el arquitecto Jaime Serrano expuso las características de la ropa y máscaras utilizadas para interpretar El Güegüence, mostrando diferencias con los atuendos del Toro guaco, David y Goliat (los gigantes), los bailes de San Ramón y San Martín, los cuales suelen confundirse por desconocimiento, mostró imágenes de estos ropajes y bailes y analizó cada diferencia de los vestuarios, así como la presentación de un fragmento de la obra de teatro callejero El Güegüence.

Música, arreglos e instrumentos de El Güegüence

El maestro Pablo Buitrago dio a conocer su “Gran suite del Macho Ratón”, que compuso en 2003 para la conmemoración del aniversario de El Güegüence. Originalmente, arregla 8 sones como estructura a los que más tarde agrega la obertura y final, ya que son 14 sones. Los estilos de éstos son amplios y variados, desde el Barroco, pero con influencia de Hiden, optando por la interpretación preclásica. Compuesta de 14 sones, ya que 7 son parte de la obertura y 7 del final, no hay enlaces funcionales, van encadenados los acordes y es polifonal.

Del mismo modo, el maestro Raúl Martínez presentó sus arreglos musicales que ha hecho a los sones de El Güegüence, dándole un tratamiento barroco, basado en el sistema de frases paralelas repetitivas, el sistema europeo desde el Barroco, que vale universalmente y el que más influencia ha tenido en nuestra música desde el siglo XVI.

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