miércoles, 27 de agosto de 2008

Gay Parade en San Francisco

Gay Parade en San Francisco


El evento del que trataré a continuación es “El gay parade en San Francisco”, conocido también como San Francisco Pride. Este es un desfile y festival que tiene lugar en junio de cada año en San Francisco para celebrar las preferencias sexuales de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y sus aliados. Es uno de los más famosos y mejores desfiles de orgullo en el mundo. Es el mayor desfile de cualquier tipo en el Norte de California y el segundo desfile más grande de todos en California después del Desfile de las Rosas.

El Orgullo de San Francisco es un desfile de renombre mundial. Se celebró el domingo por la mañana del 29 de junio. El desfile comienza normalmente a las 10:30, a esa hora todas las comparsas inician su ruta del desfile y la última no deja la ruta del desfile hasta las 2 ó 4 de la tarde.

Como se podrá suponer, este es un evento público, así que todos en la ciudad tienen un libre acceso para asistir al mismo. Yo asistí al Gay Parade con algunos amigos y wow!, nunca antes pensé que habría tanta variedad de géneros, en cuanto a sexualidad se refiere, y el hecho de haber asistido a este evento fue una buena experiencia para mí, ya que pude compartir un día de alegría con los gays, quienes han sido, desde siempre, objeto de discriminación y no aceptación.

Debido a que en el desfile y, aún dentro de la multitud de espectadores, se encontraban muchísimos gays, lesbianas, transexuales y travestís, al principio me sentí un poco incómoda y un poco avergonzada cuando veía a tantas personas desnudas o vistiendo trajes extravagantes y coloridos, debo confesar que en un inicio me sentí fuera de lugar, como un pez fuera del agua, sin embargo, cuanto más me adaptaba al ambiente, me fui empezando a sentir mucho mejor. Una de las cosas que llamó poderosamente mi atención fue el constatar la felicidad en los rostros de muchas parejas del mismo sexo quienes desfilaban muy orgullosos de haber contraído matrimonio. En muchas comparsas desfilaban también parejas con fotos de sus hijos, e incluso con sus hijos caminando o llevándolos en brazos, me impresionó mucho que los niños portaban carteles con expresiones como: “Yo amo a mis dos papas, o estoy orgulloso de mis dos mamás”, todos en estas comparsas gritaban de felicidad porque al fin podían casarse, gracias a la nueva ley en California que les permite contraer matrimonio a parejas del mismo sexo.

Yo soy latinoamericana, y evidentemente este evento es algo sumamente diferente de lo que se puede observar dentro de mi cultura, ya que en mi cultura el hecho de ser “gay” es considerado aún como un tabú, por eso mismo nunca se dan desfiles tan grandes y llamativos como el de San Francisco. A pesar de las grandes diferencias culturales que existen entre mi país y Estados Unidos, yo me sentí con mi mente abierta. Y hubo momentos en los que veía cosas que no me agradaban del todo y me sentía un poco apenada, sin embargo, en sí yo estaba, de hecho, metida en la festividad.

Estoy consciente de que esos momentos a los que me refiero cuando digo que me sentí un poco incómoda, a pesar de que fueron pocos, se debieron a que mi forma de pensar es aun controversial, ya que no fue esta la manera en que me criaron, en mi cultura te hacen pensar de una manera totalmente diferente, te hacen pensar que ser gay es algo malévolo, pecaminoso y que no se puede aceptar en nuestra sociedad, ya que se considera a los gays como especies raras. Creo que por eso, estuve preguntándome a mi misma ¿qué hago aquí? Pero luego, lo pude superar y fue muy bueno.

Sin embargo, haber asistido a este evento me hizo reflexionar, y creo que esto es lo más significativo que puedo expresar, me hizo ver que todos somos iguales, todos tenemos los mismos derechos, no importa la raza, cultura ni preferencia sexual, todos somos humanos, por ende, todos debemos ser tratados de la misma manera. Hay un refrán en mi país que dice: Trata como quieres que te traten a ti.

Acerca de mí misma, aprendí, gracias a este evento, que no tengo que juzgar a nadie, si deseo que me respeten yo también debo respetar a los demás, sin importar su religión, sexo, cultura o costumbres y estatus social. Todos los seres humanos nacemos con diferencias que nos hacen únicos, y eso es bueno ya que si todos fuéramos iguales… qué aburrido sería este mundo. A pesar de todo lo anterior, debo mencionar que me confunde un poco darme cuenta de la desigualdad que existe entre nosotros los seres humanos, por ejemplo, muchos están en desacuerdo en la aprobación del matrimonio gay, y yo pregunto ¿por qué?

Finalmente, quiero expresar que este evento contribuyó a abrir más mi mente y ver las cosas desde otro punto de vista, sin dejar atrás mi cultura y mis raíces.